No basta con educar en igualdad
- lovlab estudio creativo
- 5 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 sept
En Chile, diversos estudios y experiencias educativas confirman que la liberación o regresión cultural machista entre los más jóvenes: la otrora relativización de la violencia en el pololeo y el consumo de contenidos misóginos (everywhere, everytime).
📢En los colegios: burlas, acoso, resistencia a los protocolos de género, e incluso movilizaciones masculinas que ridiculizan las denuncias de violencia. En universidades, se ha evidenciado una normalización del discurso antifeminista como si fuera contracultura. Las primeras experiencias laborales con todavía existencias de brecha salarial. El fenómeno no es marginal.
La respuesta institucional y mediática ha sido, en general, formular campañas superficiales: “más educación sexual”, “más protocolos”, “más concientización”. Pero educar sin cuestionar el modelo de humanidad no es suficiente. Es un tema ético, es un tema filosófico.
La pregunta de fondo: ¿Qué entendemos por formar a un sujeto ético?
Se trata de disputar los sentidos más profundos del deseo, del poder, de la masculinidad, del amor. Los colegios deben revisar críticamente el enfoque con que se platea el mundo de los vínculos; los lenguajes que perpetúan el sometimiento simbólico de las mujeres desde la infancia.

🌐El recrudecimiento machista de las nuevas generaciones, ha ido institucionalizándose dentro de un cómodo y excitante contexto cultural: ser el ser influencer a costa de todo, el nacimiento del algoritmo que todo lo ve y censura, pero hace vista gorda al contenido burlesco y la humillante, la erotización de la violencia como entretenimiento, y la nostalgia de una masculinidad fuerte y prometedora, extraída de un imaginario ya rancio. Dicen, todo esto, como respuesta al malestar social. Al mundo de la profecía no cumplida.
Frente a eso, ¿qué modelos alternativos estamos ofreciendo? ¿Dónde están los relatos donde de deseo sin dominación? La cultura chilena sigue siendo profundamente conservadora, con un fuerte rechazo a lo diverso, a lo no normativo. Por eso urge promover políticas culturales con enfoque de género: financiar otras narrativas, otros cuerpos, otras voces.
La pregunta no es solo “¿cómo educamos en igualdad?”, sino:¿cómo desarmamos el símbolo atrás del deseo? ¿cómo miramos la historia y tomamos otro camino?
Me atrevo a responder esta pregunta: a través de un camino donde el control, la dominación y el temor, no rigen todas las políticas del mundo.
📌 Generar debate sobre estos temas también es una acción imprescindible para los cambios. Conversemos en @fundaciondracma







Comentarios